jueves, 15 de noviembre de 2007

LAS IMÁGENES DICEN MÁS QUE MIL PALABRAS


Si bien es cierto que vivimos en una época “audiovisual” cien por ciento, entonces me refiero con esta primera parte a que nuestro mundo está dominado por las imágenes, donde la información que nos llega es a través de espectaculares, revistas, películas, televisión y obviamente del Internet, entre otras.

De alguna manera estas imágenes nos condicionan a la hora de tomar decisiones. Por eso es tan importante poder comprender realmente el significado objetivo y subjetivo que nos quieren dar a conocer por medio del lenguaje visual.
Esto es, que nosotros, más del 80% de las veces nos inclinamos más por las imágenes que por las palabras propias, donde indiscutiblemente los creadores de dichos acaparadores de atención tienen una forma particular y meticulosa de transmitir el mensaje.

Lo anterior nos lleva a pensar que es un lenguaje común de acercar a los vendedores con los posibles compradores, a los enfermos con los hospitales, a los hambrientos con cualquier tipo de auto servicio de comida rápida, por citar algunos ejemplos, pero se necesita de visión y planeación para hacer que el mensaje captado por los ojos llegue a todos nuestros sentidos, así como también se necesita estimularlos para que se logre el fin último; en lo que en realidad vendría siendo una forma de expresión gráfica capaz de transmitir sin palabras un “deseo” que muy posiblemente no teníamos previsto.Ahora, no me quiero encerrar en el ámbito del consumo como tal, si no que las imágenes también son de gran ayuda y orientación como lo son: los señalamientos de tránsito, de evacuación, seguridad e higiene, entre otras, siendo que éstas por supuesto transmiten un mensaje sin afán de lucro.
Y lo importante es que estas expresiones gráficas son conocidas universalmente sin necesidad de traducciones, como en el caso particular de cada país en cuanto a su idioma.

Dejando a un lado la parte cultural, cabe mencionar que los “dibujos” y demás formas de intercambio de información visual incrementan el interés de los receptores y puede crearse una ilusión óptica, en dónde a como dé lugar queremos ser como él o como ella, en donde forzosamente queremos tener determinado artículo que nos da ese “plus” que nos hace sentir satisfechos, o por qué no, atender, retener y transferir a su vez dicho mensaje que nos atrajo por completo, que en realidad, ese es el objetivo del leguaje visual.

Y bueno, nos podemos dar cuenta que no se necesita de mucha ciencia para señalar que se requiere de un solo instante de percepción ya sea casual o intencional para lograr que una imagen o anuncio acapare nuestra atención y se posicione, teniendo en cuenta que la recepción puede tener un valor distinto en cada uno de nosotros, independientemente que la ubicación y espacio sea el mismo.